La campaña pretende hacer reflexionar a los estudiantes en torno a los efectos del consumo desmedido y sin control de las bebidas alcohólicas. Para ello se han diseñado tres esculturas que simulan una botella de whisky, rotuladas con mensajes alusivos a las consecuencias desencadenadas por el consumo excesivo de alcohol. En el Campus de Alcoy se ha colocado en el Hall de Carbonell que da acceso a biblioteca y Sala Multiusos.
Ha sido presentada por María Esther Gómez, vicerrectora de Estudiantes y Emprendimiento; Lea Olcina, delegada de alumnos UPV; y Ángela García, delegada de alumnos del Campus de Alcoy de la UPV.
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